jueves, 9 de agosto de 2012

Los rayos solares.

A pesar de que el cáncer de piel continúa siendo uno de los tipos más comunes de esta temible enfermedad, muchas personas seguirán exponiéndose al sol durante lo que resta de la primavera y todo el verano, pasando por alto los dañinos rayos ultravioleta. En el caso de las mujeres, especialmente las jóvenes, el bronceado es un elemento indispensable para aumentar su atractivo, y no desperdiciarán el sol de la temporada para alcanzar un tono de piel que les hará lucir más hermosas.

Pero lo que está lejos de su mente son los daños significativos que no se ven a simple vista, pero que afectan a la piel de una manera irreversible. Con esta afirmación nos referimos también al bronceado conseguido artificialmente por medio de las lámparas solares o las camas de bronceado.

Las personas que no pueden sacrificar su anhelo de disfrutar del sol, deben encontrar un balance entre la protección solar y sus actividades favoritas de la temporada, porque no podemos descartar tampoco que los días brillantes nos ayudan a mantener una actitud más abierta y positiva ante la vida. La energía solar también permite que nuestro organismo desarrolle vitamina D, cuya función sirve para evitar alteraciones en el sistema óseo y prevenir la desmineralización de los huesos. Por lo tanto, si queremos sacar provecho de la temporada que se avecina, debemos tomar algunas precauciones simples y efectivas que nos permitan disfrutar del sol y al mismo tiempo proteger nuestra piel y ojos de los rayos solares.




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